La figura del oficial de cumplimiento (OC) en Chile ha adquirido un papel central en la prevención de delitos económicos, con un marco normativo cada vez más exigente. La promulgación de la Ley 21.595 de Delitos Económicos representa un punto de inflexión, redefiniendo las obligaciones y riesgos asociados a esta función estratégica dentro de las empresas.
Antes de la Ley 21.595: un panorama ambiguo
Previo a esta ley, el marco regulatorio estaba delimitado por la Ley 20.393, que introdujo la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Esta normativa requería un modelo de prevención de delitos con un encargado responsable, pero carecía de directrices específicas sobre las obligaciones del OC. En este contexto, surgieron debates doctrinales sobre su posible responsabilidad penal bajo el principio de omisión impropia, especialmente en casos de negligencia grave o dolo eventual.
El vacío normativo dejaba abierta la posibilidad de que los OC fueran considerados responsables si sus omisiones permitían la comisión de delitos, pero no existía una regulación clara al respecto.
Con la Ley 21.595: una responsabilidad reforzada
La Ley 21.595 transforma significativamente el rol del OC, estableciendo nuevas obligaciones y posibles escenarios de responsabilidad personal, incluso penal. Los aspectos clave incluyen:
1. Responsabilidad por defecto de organización
El fundamento de la responsabilidad penal empresarial recae en el concepto de «defecto de organización». Si una empresa no implementa controles adecuados para prevenir delitos, se presume una falla en la supervisión. Según el artículo 16, los OC pueden ser responsables si su negligencia o dolo contribuye a este defecto.
2. Participación directa o indirecta en delitos
El artículo 8 establece que los altos ejecutivos, directores y OC pueden ser responsables penalmente si:
- Actúan directamente: Participan en la planificación o ejecución de un delito.
- Omiten actuar: No toman medidas necesarias para prevenir un delito, especialmente si tenían conocimiento de los riesgos.
3. Incumplimiento de deberes del modelo de prevención
El OC debe diseñar, implementar y supervisar un modelo efectivo. Omisiones como no actualizar el modelo según los riesgos, no reportar irregularidades al directorio, o permitir que el modelo sea cosmético pueden ser consideradas negligencia grave.
4. Conocimiento de irregularidades
El artículo 15 menciona agravantes para quienes, ocupando posiciones jerárquicas, no previenen irregularidades conocidas. Esto incluye al OC si no actúa frente a riesgos detectados.
5. Instrumentalización de terceros
El artículo 3 señala que si un delito se comete en beneficio de la empresa utilizando empleados o subordinados, los responsables jerárquicos, incluido el OC, pueden ser imputados si se demuestra negligencia o influencia indebida.
Casos internacionales: aprendizajes clave
Los desafíos del OC no son exclusivos de Chile. Algunos casos internacionales destacan los riesgos asociados a este rol:
- Caso «Credit Suisse» (Suiza, 2022): Credit Suisse fue investigado por facilitar esquemas de lavado de dinero vinculados a organizaciones criminales. Los fallos en los sistemas de compliance permitieron la entrada de fondos ilícitos en el sistema financiero suizo. El CO fue condenado penalmente por negligencia grave al no implementar controles adecuados para prevenir el lavado de dinero.
- Caso «Volkswagen» (Alemania, 2015): El fraude relacionado con las emisiones de vehículos incluyó la omisión de los oficiales de cumplimiento al no detectar las manipulaciones. Aunque estos oficiales no participaron activamente, su falta de acción frente a señales de alerta contribuyó al impacto del caso. Los responsables de cumplimiento fueron investigados por negligencia al no detectar un fraude y enfrentaron procesos legales en Alemania por negligencia.
- Caso «Wells Fargo» (Estados Unidos, 2020): Wells Fargo fue investigado por la creación fraudulenta de millones de cuentas no autorizadas para alcanzar metas de ventas. Este esquema se mantuvo durante años gracias a fallos en los controles internos y la cultura de presión en la empresa. El CO fue sancionado penalmente con multas y enfrentó cargos civiles. Este caso marcó un hito al destacar cómo la cultura organizacional puede influir en la responsabilidad de los COs.
- Caso «ABN AMRO» (Países Bajos, 2021): ABN AMRO, un importante banco neerlandés, fue sancionado por no detectar ni reportar actividades de lavado de dinero a través de sus sistemas. Las deficiencias en los controles internos permitieron el movimiento de fondos ilícitos durante varios años. El CO fue acusado penalmente de negligencia, ya que había ignorado alertas claras sobre clientes de alto riesgo y fallos en el sistema de monitoreo de transacciones. El banco pagó una multa significativa, y el CO fue investigado penalmente por las autoridades neerlandesas. Aunque se llegó a un acuerdo para evitar la cárcel, fue sancionado económicamente e inhabilitado para ejercer en cargos similares.
Estos casos subrayan la importancia de una supervisión activa y la independencia operativa del OC para mitigar riesgos de responsabilidad.
Implicancias prácticas para los oficiales de cumplimiento
La Ley 21.595 introduce nuevos desafíos que los OC deben gestionar con diligencia reforzada:
- Mayor escrutinio penal: Los fiscales podrían interpretar que incumplimientos en sus deberes contribuyeron a defectos organizativos que facilitaron delitos.
- Exigencias operativas: Supervisar, actualizar modelos y comunicar riesgos a la alta dirección serán tareas fundamentales.
- Independencia y recursos: El OC necesita autonomía y herramientas suficientes para cumplir con sus responsabilidades.
Conclusión: un balance entre prevención y responsabilidad
La Ley 21.595 establece un estándar más alto para la gestión de riesgos empresariales, lo que representa una oportunidad para profesionalizar el compliance en Chile. Sin embargo, también incrementa los riesgos para los OC, quienes ahora deben equilibrar su rol preventivo con mayores expectativas legales.
El compliance no es solo una herramienta técnica, sino un compromiso ético y estratégico que involucra a toda la organización. Proteger la operación empresarial y a sus líderes requiere que las empresas adopten una visión integral, respaldando adecuadamente a los oficiales de cumplimiento para enfrentar los retos de este nuevo escenario normativo.
Equipo legal,
RED Tecnologic Compliance,
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